La supervivencia ha puesto a los niños, niñas y adolescentes a lidiar con una crisis económica que los supera en peso y tamaño. Para solventar la falta de alimentos en el hogar recurren a la vía ilegal: el hurto. El despojo de meriendas escolares se hace frecuente en un contexto de restricciones. Especialistas señalan que esto constituye un problema que los maestros deben atajar para evitar que en la escuela se repitan los patrones de violencia que se ven en las calles. Se trata de un verdadero desafío, pues no hay apoyo oficial para remediar las carencias: se ha reducido drásticamente el alcance del PAE y el conuco escolar no pasa de ser una siembra simbólica.

Noticia completa: El hambre busca en la lonchera ajena –