Tal como ocurre con todas las instituciones y el devenir del país, el balance que hace en esta oportunidad el rector de la Universidad Simón Bolívar, el doctor Enrique Planchart, deja un sabor agridulce. Planchart habla en forma descarnada. No puede ser de otra forma.
“El gobierno ha cometido un crimen con nosotros, con los venezolanos y con la juventud”. Ese es el punto. Lo ha hecho, además, de forma deliberada para cercenar la autonomía universitaria, para doblegar a las universidades como punto de quiebre de la sociedad venezolana. Pero ha habido actos de resistencia y de heroísmo.