1.849 niños venezolanos más en las escuelas de Cucuta.

Durante 2017, hubo 1.500 alumnos, mientras que en este año, a febrero, ya van 3.349 matriculados, es decir, la cifra se duplicó. En promedio, la llegada al sistema educativo colombiano de estos niños venezolanos le significaría al Gobierno 3.848 millones de pesos. Además durante este año, al igual que el año pasado, el Ministerio de Educación destinó recursos para el transporte del corredor humanitario.

El hambre busca en la lonchera ajena.

El 26 de enero el portavoz de la Unicef, Christophe Boulierac, denunció “claros signos” de elevados niveles de desnutrición en la población infantil del país y la falta de datos que muestren la situación nutricional de estos. Boulierac citó el informe de Cáritas que revela que 15,5 % de los niños examinados tienen peso más bajo del que deberían tener para su edad.

El tortuoso camino para llegar a clases.

Nunca había leído unas estadísticas como estas. ¡Un salón con 10 niños! No tienen para comer, la escuela sin PAE. Se suma la falta de efectivo, de transporte. No tienen ni jabón para lavar los uniformes. Si el año pasado fue difícil, este es terrible. Pueden pasar hasta 3 semanas sin que la institución reciba los alimentos. De una matrícula de 25 niños, van de 3 a 10. Están quienes faltan toda la semana.

El carnaval de los escolares caraqueños se “disfrazó” de Clap, Misión Vivienda y Canaimitas –

A pesar de la grave emergencia humanitaria compleja que vive el país, en una circular del Ministerio de Educación dieron la orientación a las instituciones del Distrito Capital que participarían en la Comparsa de Carnavales Caribes Caracas 2018, Lo que estaba allí, en la plaza Bolívar, era una loa propagandística a la revolución. Esto es violatorio del derecho a la educación, no se puede aprovechar una fiesta como los carnavales para cambiar la tradición y convertirla ahora en disfraces de canaimitas, y Clap.

Todos los dias son MAESTROS.

Hoy 15 de enero EXCUBITUSdhe no celebra el Día del Maestro, celebramos todos los días AL Maestro quien, sufriendo adversidad, penuria, vejámenes y hasta prisión, revela lo mejor de sí para formar niños y jóvenes democráticos y libres. Para ellos, siempre, nuestra solidaridad y apoyo.